GABRIEL PULECIO MARIÑO – El recinto poético. “Chacal de noche” de Patricia Damiano






Leyendo esta tarde a Elías Canetti percibí la sensación cenestésica de un recinto donde las recurrencias resonaban como brillos y sombras de una cabeza voladora.
Ya esta sensación de recinto la había experimentado intensamente en la lectura de Chacal de noche de Patricia Damiano. No hablamos aquí solamente de la voz poética, nos referimos al recinto poético, donde adentro y afuera, están paradójicamente identificados allí.
La conciencia ya no apela al improbable inconsciente, va al panorama que presenta su relación en el universo. El interior del recinto está hecho de exterior. Es su trasunto. Interior habitado por la conciencia del mundo y el yo. 
El recinto es ante todo un lugar de pacto y reflexión sobre lo pactado a modo de desdoblamiento donde el ser actúa según un universo alegórico, el pacto puede ser la bondad humana predeterminada o el acuerdo que la sociedad impone. Y ese es el conflicto. 
Aparece el puñal, la daga, el arma reiterada, arma no agresora sino decisoria. Como una brújula. Hay herida, y hay muerte probable. 
Recintos cerrados y desnudos. Ventanas altas, ojivas, dan cuenta del trascurso y el momento solar o lunar. No hay puerta, todo son puertas, umbrales de la razón y la memoria. Los más tremendos conflictos se debaten allí. No son la objetividad inmediata de lo que pueda estar sucediendo sino los ecos que dan la vuelta al tiempo y regresan cargados de él a las palabras.
La memoria queda atrás como lo inacabado, allí cada tragedia se cierne viva, otra y la misma sin opacidades, elevada al pensamiento, decantada y vuelta a vivir en los brillos y destellos del inmediato suceder, el nuevo suceder en el lector aterrado.
Como paradigma se reitera la presencia mitológica. Referencia que hace de linterna mágica sobre las paredes del recinto poético donde Patricia Damiano pone en escena cruenta los conflictos del ser humano en cuanto conciencia y determinación. En cuanto a sujeción y libre albedrío.
Eso es Chacal de noche, un trasunto del alma contemporánea.









1 comentario:

Anna Feuerberg dijo...

Gabriel,

Tu reseña sobre ¨Chacal de Noche¨ es impactante, reveladora y embriagadora.

Impactante, por la profunda y preciada aproximación que extiendes sobre la poesía de Damiano, en el marco de unas coordenadas que son insospechadas, sorprendentes y maravillosas, para mí. Esta palabra, cenestésis, concentra una dimensión tal: el sentimiento que se experimenta acerca del sí mismo, impronta esencial en la creación y la percepción del arte.

Reveladora, porque habiendo leído y disfrutado los versos de esta gran poeta, he aquí que nos orientas a develar con mayor claridad ese misterio que se oculta detrás de las caricias y las incisiones de la poética de Damiano; recinto poético; trasunto; alegoría, pacto y herida; consciencia, determinacón, sujeción y libre albedrío.

Y embriagadora, querido amigo, por la delicia de leer una crítica filosófica concebida y expresada en forma tan hermosa.

Un abrazo,

Annita

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